miércoles, 14 de julio de 2010

Capitulo 25


















Es la vigilia de la boda, Simón y Thiago llevan varios días escondidos juntos. Es de noche y la pareja está tumbada en el suelo frente a la chimenea. Simón se atreve a preguntar al chico algo que le atormenta desde hace días pero nunca se atrevía a planteárselo. Pero ahora lo miraba a él y notaba que tenía la mirada perdida, que oculta una gran pena en su rostro. Simón lo acaricia, mueve la cabeza del chico para que la mire y le dice:
--por favor... sé sincero conmigo... ¿qué es lo que te pasa?
--nada... ¿a caso no estás contento conmigo?
--Yo sí pero para mi tu felicidad es lo más importante y te noto demasiado angustiado...
Thiago huye el tema.
--hace fresco ¿no?
--¿ya no estás enamorado de mi?
Él no contesta y Simón insiste. Finalmente Thiago lo mira fijamente y le dice:
--te juro por lo que más quiero, que en realidad eres tú, que tú eres el amor de mi vida, que no me interesa nada más.
Simón ve sinceridad en los ojos de Thiago.
--Es que a veces te noto preocupado.
--No es para menos. Mañana supuestamente me caso.
--Mar es una mentirosa, estás en tu derecho a dejarla plantada ¿qué es lo que te preocupa? ¿no me amas?
--Mucho.
Thiago no habla más del tema. Se levanta.
--¿vamos a la cama?
Simón lo sigue en silencio:
--sea lo que sea que le pase a Thiago no tiene nada que ver con el amor y menos conmigo... él sigue tan enamorado de mi como yo de él –se dice el joven para sí más tranquilo.
Simón abraza a Thiago.
--No hace falta que subamos –dice pícaro.
Thiago se gira. Se miran apasionados.Los jóvenes hacen el amor con la complicidad de la cálida mirada del fuego. Luegon van a la cama. Simón observa a su amado mientras duerme:
--me amas... no hay nadie más
Simón está feliz. Se ha sacado un buen peso de encima. La duda la mataba, pensaba que lo estaba perdiendo. Simón y Thiago cuando están juntos se olvidan de los problemas pero a veces no pueden evitar ver alguna sombras en sus ojos. Eso le pasaba a Simón con Thiago. Notaba que le preocupaba algo y temía que fuera algo que los separara pero y ahora está convencido que nadie ni nada lo alejará de su lado.
--eres mío, eres mío –dice mientras lo mira muy atentamente...

Thiago despierta a media noche. Va a tomar un vaso de leche. Se queda un buen rato mirándolo a Simón mientras duerme plácidamente. Thiago sonríe con dulzura.
--te amo tanto. Espero que de eso nunca dudes –murmura.
Es feliz a su lado. No piensa en el exterior pero no puede evitar que a veces le invade la angustia. Al verse abandonada Mar es capaz de todo:
--¿y si cuenta la verdad?
Thiago no quiere que Simón se dé cuenta que le aterra que su padre, que todos sepan que no sólo es gay sino que lo ama a él. Como siempre vuelve a su lado. En sus brazos logra convencerse que todo bien.

Nico y Cielo llevan días desesperados buscando a sus hijos.
--¡Se va a casar¡ ¡¡no va a abandonar a su novia¡ --Nico.
--¡pero cómo si no sabe dónde está¡
En ese momento llega el padre de Mar con una abatida Mar. Nico cree que es por la boda.
--Mi hijo va a venir.
Pero el padre de la novia, avergonzado, dice:
--Mi hija mintió. Aún es virgen.
Ni Nico ni Cielo entienden nada. El hombre explica que se dieron cuenta que Mar tenía el periodo, que les quiso convencer que era un aborto, que la llevó al doctor que les dijo que jamás pudo estar embarazada porque es virgen.
--La policia ya ha detenido a su cómplice, a Tacho. Él la ayudo a falsificar las pruebas.
Nico y Cielo están muy enojados con Mar. Todos lo están. Mar no piensa hundirse sola y dice:
--¿¿¡quieren saber porqué lo hice?¿porqué el novio de Simón me ayudó?
--¿como el novio de Simón? –pregunta Nico despistado.
--Luego te cuento, ahora que hable –dice Cielo.
--¡Thiago es maricón¡ ¡¡Simón y él son amantes¡ --escupe Mar con odio.
Esto es una bomba para Nico y Cielo. En especial para Nico.
--¡mientes¡ ¡¡otra vez mientes¡
--¡vayan a buscarlos sin que ellos sepan, seguro que los sorprende haciendo el amor¡ --Mar.
Nico se pone como loco. Está empezando a sentir a Simón como a su hijo. Entendería la homosexualidad de ambos pero no un romance.
--¡El depravado de tu hijo es el culpable¡ --Nico.
--¡Mi hijo no es un depravado, no sé si el tuyo¡
Cielo y Nico no dejan de discutir, se dan una tregua para buscar a sus hijos. Hablan con Nacho. Su madre le obliga a decir la verdad. Lo tiene encerrado sin celular para que no pueda avisar a la pareja.



Simón y Thiago duermen el uno en brazos del otro. Simón está soñando. No es un sueño bonito. Está solo. Llama a Thiago. No le responde. Lo busca por toda la casa. A los gritos de mi amor, de Thiago Su desesperación aumenta porque no lo encuentra. Thiago aparece de la nada. Vestido de negro. Su mirada es endemoniada. Simón quiere acercarse a él pero Thiago no se lo permite. Lo mira con odio.
--¡No quiero verte más¡
Simón grita, llora. Suplica.
--¡No me hagas esto, ¿qué pasa?¡
Thiago se lanza por una ventana. Simón grita ¡Noooo¡ muy angustiado. Corre hacia la ventana para ver si su amado se lastimó pero no hay ni rastro de Thiago. Simón despierta con la misma angustia del sueño. Se despierta gritando.
--mi amor, ¿qué pasó? –Thiago.
Simón se tranquiliza al ver a Thiago a su lado. Se aferra a él con desesperación.
--¡Algo malo nos va a pasar¡ ¡¡Te va a pasar¡ --Simón.
Simón se nota preocupado. Con miedo. Thiago lo besa dulcemente.
--No pasa nada Simon. Ha sido una pesaidlla.
Simón está asustado:
--¿y si es una señal de que estamos en peligro?
A Thiago no le gusta ver a Simón tan atormentado. Lo va besando.
--Si estamos juntos nada malo nos va a pasar.
Simón se va rindiendo al calor del cuerpo desnudo de su amado.

Nico y Cielo están llegando a la casa. Están los dos enojados. No se hablan.
--¡Como sea cierto los mato¡ --grita Nico.
Cielo es la que maneja porque Nicolás está demasiado alterado.

Thiago se coloca desnudo sobre Simòn.
--¿qué haces? –jadea Simón.
--Ya que nos desvelamos...
Se miran pícaros y se besan ardientemente.

Nicolás y Cielo tardan aún unos minutos en entrar. Llevan llave. Los gemidos se oyen por toda la casa. Nicolás está ciego del odio.
--¿¿qué le está haciendo el desgraciado de tu hijo al mío? ¡¡lo voy a matar¡ --Nico.
Nicolás sube como loco. Cielo detrás. Los amantes están felices, viven en su mundo y no se enteran de nada. Nicolás entra en el dormitorio. Y ahí están los dos hermanastros desnudos. Thiago sobre la cama, a cuatro patas y Simón montándolo. Como si fueran animales. Jadean como bestias. Nicolas ve eso horrorizado. No el amor que los une. Rompe una lámpara en la cabeza de Simón.
--¡Eres un desgraciado pervertido¡
No lo mata a golpes porque Cielo protege a su hijo. Nicolás arrastra a su hijo fuera de la cama.
--¿¿qué le has hecho a Simon? ¡¡bestia¡ --Thiago preocupado y asustado.
--¡las únicas bestias son ustedes dos¡ --Nicolás.
Simón se levanta con la ayuda de su madre. Le sangra la cabeza.
--¿mi amor? ¿estás bien? –Thiado preocupado.
Simón está algo aturdido. Su madre lo sujeta para que no se acerque a Thiago. Los amantes están desesperados porque no saben qué les van a hacer. Nicolás siente asco de lo que ha visto, del amor de los dos muchachos.
--¡haz lo que quieras con el maricón de tu hijo pero Simón no vuelve a entrar en mi casa¡ --le dice Nicolás a Cielo.
Thiago y Simón se miran llorando. Desesperados. Se llaman. Tratan de acercarse el uno al otro.
--¡Sin él yo no vuelvo¡ --Cielo.
--¡Pues tendrás los papeles del divorcio¡
Nicolás se lleva a su hijo desnudo y arrastras. Simón corre hacia él:
--¡Nos amamos¡ ¡Dejenos ser felices¡ --suplica Simón.
Thiago llora. Extiende su mano para agarrarse a la de su amado pero Nicolás lo tumba a Simón de un puñetazo.
--¡No te acerques a mi hijo, maricón¡
Simón y Thiago lloran. Se llaman pero Nicolás es más fuerte que Thiago y lo domina. Cielo no deja que Simón se levante. Cuando logra apartarse de su madre ya Nicolás ha metido en el auto a Thiago y se lo ha llevado. Simón corre desnudo. Grita. Llora.
--¡Mi amor, nooo mi amor¡
Cae de rodillas llorando lágrimas de Sangre. Cielo quiere llevárselo a pero él mira a su madre con odio.
--¿porqué nos hicieron esto? –le reclama.
Cielo lo acaricia amorosamente pero Simón se la aparta con desprecio. La mira con odio. Llora.














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