martes, 6 de julio de 2010

Capitulo 11



Feli en la cama con Juan Víctor. Hacen el amor. He hacerlo ni una vez al mes han pasado a hacerlo todos los días y es que la mujer está luchando por borrar el deseo que le está despertando León. Piensa en los calzoncillos de León. No sabe porque ni para qué pero el chico le gusta. Tiene clavada en su retina la imagen del trasero del chico, del gran bultazo que se le hacía en los genitales y del muslo descubierto.

León es un adolescente atractivo y admirando. Levanta pasiones por allá dónde va. Tiene una personalidad arrolladora, a León le hace sentir poderoso tanta admiración pero no imagina el alcance de los sentimientos que puede llegar a inspirar. Feli, durmiendo al lado de su esposo, piensa en él. La joven algo mayor que él que se ha fijado en León en la biblioteca no puede dormir pensando en él.
--¡¡que chico tan guapo…¡
Ella ha repetido varios cursos y es de las alumnas de mayor edad del centro. Además León es más joven que ella.
--¡¡Si no debe tener ni 16 años¡
Lo dice como si fuera un escándalo.
--¡¡Es que se van a reír de mí si se enteran que me gusta un niño de 16 años¡ ¡¡me van a llamar asalta cunas…¡¡
La chica se estremece al recordar la escena que vio el día anterior.
--¡¡es que es tan linda¡
Es un sentimiento que ha entrado con fuerza dentro de ella.
--¡pero nadie debe saberlo¡
Lo siente como algo feo, algo que debe ocultar, No puede dormir y en una hoja de papel se la pasa escribiendo corazones con el nombre de ambos entrelazados: León y Melody.

Jaime tampoco deja de pensar en él. En realidad le gustan todos porque tiene las hormonas bien revolucionadas pero León también le gusta mucho. . No tiene clase a primera hora pero igual va porque quiere coincidir con León en la entrada. Finalmente, por problemas de tráfico, acaba llegando más tarde de lo que creía y ya están todos en sus aulas. Eso lo hace enfadarse consigo misma.
--¡¡que rabia, maldita sea¡ --dice para sí.
Jaime se muestra enojado.
--¿porqué tan molesto porque llegamos tarde? –le pregunta su abuela—Me dijiste que no tenías clase…
Jaime no tiene ganas de darle explicaciones:
--¡¡no es eso¡
Se va corriendo.
--que raro está este niño… Estará enamorado…
Luego ella se mira por el espejo del retrovisor y sonríe. Le brillan los ojos como a una adolescente. Piensa en León.
--¡¡pero qué locura dices¡
Feli se enoja consigo mismo. Además llega tarde y se va sofocada. Jaime , por su lado, como ya todo el mundo ha entrado y no tiene nada que hacer, pasa por la biblioteca. León estaba en la biblioteca aunque ha pasado sólo un momento para ser una consulta.
--¡¡que mala suerte¡
Logra verle la cara pero no su cuerpo.
--¡¡con lo que me gusta su tierno y gustoso culito…
Más tarde, lo busca en el recreo. Lo tiene controlado. Le gusta verlo y además le gustaría coincidir con él en el lavabo. Jaime lo contempla de lejos. Suspira.
--¡¡Qué guapo es, que guapo es¡ --va diciendo para sí.
Aunque se mantiene distante no le saca el ojo. Brinca cada vez que se mueve por si va al lavabo y le permite gozar de su cuerpecito en todo su esplendor.
--¡¡Qué rabia que sea menor que yo…¡
Jaime está pensando en la clase de gimnasia, en especial en esas duchas. Se pone “enfermo” al pensar en el cuerpo desnudo del guapo León. Arde pensando en él.
--¡¡lástima de ese primer día en que no le pude ver nada¡¡

Las clases continúan, Melody es alumna de Feli. La asignatura de griego, en quinto, no es nada solicitada. De hecho ella es la única alumna. Se conocen desde hace años y eso ha creado lazos de confianza entre profesora y alumna. Las clases se realizan en el despacho de la profesora. Parecen clases particulares. Melody está muy distraída porque no deja de pensar en León. Suspira por él. Feli la ve que no está atendiendo a clase y es algo que no puede disimular al no haber más alumnos.
--¿Melody?¿en qué estás pensando? Mejor dicho…¿en quien?
Y se ríe.
--¡divina juventud¡ --añade.
Melody se ruboriza. Por un segundo Feli piensa en León. Ni la profesora ni la alumna sospecharían nunca que ambas están suspirando por el mismo chico.

Esa tarde, a Feli de nuevo le toca vigilar en la biblioteca una hora. Ahí está León con algunos amigos. La mujer se derrite cada vez que lo ve sonreír ya sea despegando los labios o mostrando los dientes. Sabe que es una locura, que no puede tener ningún sentimiento por un chico 40 años menor que ella y que es su alumno. Melody está también en la biblioteca. Se supone que está ahí para estudiar pero no puede sacarle los ojos de encima a León. Aunque no quiere que se le note, sus sentimientos hacia él son muy evidentes. Feli está muy alterada. La presencia de León cada vez la pone más nerviosa. Ella misma no deja de repetirse que debe tomarse las cosas con calma.
--¡¡León es mi alumno… lo voy a tener que ver miles de veces¡¡ ¡¡no me puedo comportar como una loca…¡ ¡¡si alguien nota algo me echan¡ --va pensando.
A Feli le angustia la idea que alguien pueda enterarse que está sintiendo una atracción sexual hacia uno de sus alumnos. No puede quedarse sentada así que opta por dar vueltas. Como si vigilara a los demás. León está con su amigo. Éste no deja de mirarlo.
--¿¿qué pasa, Fer? –le susurra León muy cariñoso.
Fer se ruboriza.
--No, nada…
Luego se fija en Melody.
--¿has visto esa chica?
León se gira. Melody se da cuenta que él la está mirando y agacha la mirada avergonzada.
--Le gustas… No deja de mirarte… --dice Fer.
León vuelve a girarse. De nuevo Melody lo está mirando y de nuevo agacha la cabeza enrojecida.
--¿tú crees?
--Se llama Melody, mi hermano se la estuvo tirando el año pasado… Dice que es una bestia en la cama…
León sonríe con cara de pervertido. Se siente orgulloso de haber despertado sentimientos en una chica mayor.
--ah pues ya me acercará a ella, a ver si me la puedo chingar… --dice León con cara de pervertido y haciendo gestos obscenos.



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