Jaime está triste. Le gusta León y no ha coincidido con él en el lavabo.
--por hoy no voy a tener suerte –dice para sí.
Está convencido que se va a quedar con las ganas pero al cabo del rato ¡¡Vuelve¡ Se queda sentado al lado de un amigo suyo. A Jaime se le van los ojos.
--¡¡no me lo puedo creer¡ --murmura.
León va al lavabo. Jaime lo sigue muy nervioso. El chico le gusta, le tiene ganas.
--¿tendré suerte? –se pregunta.
Se pone cachondo al verlo en el urinario. Le daba miedo que se encerrase en el wáter y se quedase con las ganas. Sólo hay dos así que sin problemas se pone a su lado.
--¡que sexy con su verga entre las manos¡ --piensa.
León está muy separado pero Jaime no le puede ver nada porque se le agarra con toda la mano y eso le tema. No le ve el deseado aparato y eso le da rabia pero le ha gustado estar a su lado. Vuelve a clase muy contento. Le encanta el chico.
Feli no vuelve a pensar en León en todo el día. Se relaja corrigiendo los ejercicios, preparando las clases. Se trabajo le encanta. No piensa en nada más. Al día siguiente, León ya no le impacta. En el fondo se tranquiliza. No le hace gracia la idea de ser seducida por uno de sus alumnos. Está convencida que es una idea absurda y se la saca de la cabeza.
>
Por su lado, Simón y Thiago van juntos a la escuela. Van en el auto de Nicolás. Van solos. Es algo que les gusta pero les pone nervioso. El deseo entre los dos hermanastros es puro fuego y a ambos les cuesta muchísimo que no se les note. Hay tensión porque a cada uno se le van los ojos hacia la entrepierna del otro.
--¿Tacho no viene hoy?
--No, no tiene clase a primera hora.
--Pues que bueno.
Simón le sonríe y Thiago suspira.
--¿y ese suspiro?
--No, nada… --muy nervioso.
Simón quisiera encontrar algo que le indicara que puede conquistar a su guapo hermanastro y él mismo se lo reprocha.
--¡Tiene novia y es tu hermanastro¡ --dice para sí.
Se hace de nuevo un silencio que en esta ocasión rompe Simón.
--¿cómo va con tu novia?
Thiago no le quiere decir que ha entusiasmado a Mar por nada, que Thiago lo desea a él. Fuerza una sonrisa.
--genial –dice.
--Pues me alegro.
Ambos hermanastros quisieran ser amigos, hablar con sinceridad pero es algo del todo imposible. Primero tendrían que hablar del fortísimo deseo que sienten mutuamente y eso es algo que les da mucho miedo. Thiago mira con Simón.
--¡Es que es tan guapo¡¡Es el chico más guapo que he visto en mi vida¡ --dice para sí.
Thiago siente una fuerte atracción hacia Simón. Le gusta su mirada. Es una mirada limpia. Sabe de su sufrimiento. Se le hace un buen pibe y le gustaría conocerlo pero…
--¡que churrazo¡ --dice para sí.
La anatomía de Simón es perfecta y a Thiago le cuesta concentrarse en otra cosa que no sea en el cuerpo de su hermanastro. Esos jeans tan estrechos que lleva resaltan aún más la bella silueta de Simón. Le pone muy cachondo saber que Simón es gay, imaginándoselo desnudo en brazos de otro hombre. Siente envidia, celos pero también deseo.
--¿te puedo hacer una pregunta muy personal? –le dice Thiago.
Por el nerviosismo de Thiago, Simón se da cuenta que es algo íntimo y tiene miedo de que le ponga en un compromiso. A Thiago le tiembla la voz al hacer la pregunta:
--¿Tacho y tú hacéis el amor…?
Le excita hablar de sexo con Simón pero a la vez le da miedo. Miedo a lo que pueda pasar. A Simón le sorprende la pregunta pero piensa que sea más bien por rechazo no porque le guste. Piensa que le molesta estar con un chico que se acuesta con otros hombres.
--Si claro… que clase de pregunta es esa….
--No nada, era más para hacer plática… Somos hermanos, era para conocernos…
--Pues si claro… Lo hacemos siempre que podemos… supongo que al igual que tú y tu novia…
A Thiago le da vergüenza reconocer ante el chico que le gusta su hermanastro y que es virgen.
--si claro… Lo hemos hecho muchas veces.
Sólo Simón dice la verdad pero ambos sienten celos el uno del otro.
--Ahora soy yo el que te quiere hacer una pregunta personal ¿puedo?
--Si dale.
Thiago se pone nervioso. Piensa que Simón se ha dado cuenta de cómo le mira. Le asusta pensar en eso.
--¿Te da asco estar cerca de un chico que se acuesta con otro?
Thiago le habla con cariño. Ve a Simón tan preocupado que le llena de ternura.
--¡no, para nada¡ ¡¡por mi como si dormimos juntos¡
Simón tose:
--¿Cómo?
Parece que le estuviera proponiendo de hacer el amor. Thiago ha tenido la misma sensación y por eso se corrige:
--digo como hermanos.
--si claro… entendí.
En realidad Simón está decepcionado. Le hubiera gustado que Thiago quisiera hacer el amor con él. Las palabras es hetero y tu hermanastro retumban en la mente del guapo y atormentado Simón. Le pone la mano en el muslo, quiere que sea un gesto de hermano pero la quita enseguida porque le excita. A Thiago le ha gustado pero agradece que la quite porque también le ha excitado mucho. Thiago lo desea más que nunca. Incluso teme que sus sentimientos hacia su guapo hermanastro vayan a más.
--¿y si esto es amor?¿y si me estoy enamorando de él? –piensa.
Es algo que le preocupa, porque cree que su amor es imposible.
--¡el tiene novio y para él eres su hermano¡ --dice para sí.
Días después… Feli ha seguido con su vida. Luego de sentir un episodio de atracción hacía León todo parece olvidado. Ella baja de la clase. Ve a León en la puerta de la escuela. Fuera. Lo ve de lejos, por los cristales. Feli no lo quiere reconocer pero se pone caliente al ver al chico. Le ve la goma de los calzoncillos. Son blancos aunque lleva la marca. Eso le sofoca aunque se lo traga. En la noche, ella misma provoca hacer el amor con su marido. Él siempre está dispuesto. Ella es lo que nunca quería. Feli quiere así olvidar cualquier tipo de sentimiento hacia el adolescente pero no puede evitar que mientras su maduro esposo le hace pensar, ella piensa en el tierno cuerpecito y en los calzoncillos de su guapo y adolescente alumno y eso la preocupa.
--¿qué demonios te pasa? –se pregunta ella misma para sí.
Por su lado, Simón y Thiago van juntos a la escuela. Van en el auto de Nicolás. Van solos. Es algo que les gusta pero les pone nervioso. El deseo entre los dos hermanastros es puro fuego y a ambos les cuesta muchísimo que no se les note. Hay tensión porque a cada uno se le van los ojos hacia la entrepierna del otro.
--¿Tacho no viene hoy?
--No, no tiene clase a primera hora.
--Pues que bueno.
Simón le sonríe y Thiago suspira.
--¿y ese suspiro?
--No, nada… --muy nervioso.
Simón quisiera encontrar algo que le indicara que puede conquistar a su guapo hermanastro y él mismo se lo reprocha.
--¡Tiene novia y es tu hermanastro¡ --dice para sí.
Se hace de nuevo un silencio que en esta ocasión rompe Simón.
--¿cómo va con tu novia?
Thiago no le quiere decir que ha entusiasmado a Mar por nada, que Thiago lo desea a él. Fuerza una sonrisa.
--genial –dice.
--Pues me alegro.
Ambos hermanastros quisieran ser amigos, hablar con sinceridad pero es algo del todo imposible. Primero tendrían que hablar del fortísimo deseo que sienten mutuamente y eso es algo que les da mucho miedo. Thiago mira con Simón.
--¡Es que es tan guapo¡¡Es el chico más guapo que he visto en mi vida¡ --dice para sí.
Thiago siente una fuerte atracción hacia Simón. Le gusta su mirada. Es una mirada limpia. Sabe de su sufrimiento. Se le hace un buen pibe y le gustaría conocerlo pero…
--¡que churrazo¡ --dice para sí.
La anatomía de Simón es perfecta y a Thiago le cuesta concentrarse en otra cosa que no sea en el cuerpo de su hermanastro. Esos jeans tan estrechos que lleva resaltan aún más la bella silueta de Simón. Le pone muy cachondo saber que Simón es gay, imaginándoselo desnudo en brazos de otro hombre. Siente envidia, celos pero también deseo.
--¿te puedo hacer una pregunta muy personal? –le dice Thiago.
Por el nerviosismo de Thiago, Simón se da cuenta que es algo íntimo y tiene miedo de que le ponga en un compromiso. A Thiago le tiembla la voz al hacer la pregunta:
--¿Tacho y tú hacéis el amor…?
Le excita hablar de sexo con Simón pero a la vez le da miedo. Miedo a lo que pueda pasar. A Simón le sorprende la pregunta pero piensa que sea más bien por rechazo no porque le guste. Piensa que le molesta estar con un chico que se acuesta con otros hombres.
--Si claro… que clase de pregunta es esa….
--No nada, era más para hacer plática… Somos hermanos, era para conocernos…
--Pues si claro… Lo hacemos siempre que podemos… supongo que al igual que tú y tu novia…
A Thiago le da vergüenza reconocer ante el chico que le gusta su hermanastro y que es virgen.
--si claro… Lo hemos hecho muchas veces.
Sólo Simón dice la verdad pero ambos sienten celos el uno del otro.
--Ahora soy yo el que te quiere hacer una pregunta personal ¿puedo?
--Si dale.
Thiago se pone nervioso. Piensa que Simón se ha dado cuenta de cómo le mira. Le asusta pensar en eso.
--¿Te da asco estar cerca de un chico que se acuesta con otro?
Thiago le habla con cariño. Ve a Simón tan preocupado que le llena de ternura.
--¡no, para nada¡ ¡¡por mi como si dormimos juntos¡
Simón tose:
--¿Cómo?
Parece que le estuviera proponiendo de hacer el amor. Thiago ha tenido la misma sensación y por eso se corrige:
--digo como hermanos.
--si claro… entendí.
En realidad Simón está decepcionado. Le hubiera gustado que Thiago quisiera hacer el amor con él. Las palabras es hetero y tu hermanastro retumban en la mente del guapo y atormentado Simón. Le pone la mano en el muslo, quiere que sea un gesto de hermano pero la quita enseguida porque le excita. A Thiago le ha gustado pero agradece que la quite porque también le ha excitado mucho. Thiago lo desea más que nunca. Incluso teme que sus sentimientos hacia su guapo hermanastro vayan a más.
--¿y si esto es amor?¿y si me estoy enamorando de él? –piensa.
Es algo que le preocupa, porque cree que su amor es imposible.
--¡el tiene novio y para él eres su hermano¡ --dice para sí.
Días después… Feli ha seguido con su vida. Luego de sentir un episodio de atracción hacía León todo parece olvidado. Ella baja de la clase. Ve a León en la puerta de la escuela. Fuera. Lo ve de lejos, por los cristales. Feli no lo quiere reconocer pero se pone caliente al ver al chico. Le ve la goma de los calzoncillos. Son blancos aunque lleva la marca. Eso le sofoca aunque se lo traga. En la noche, ella misma provoca hacer el amor con su marido. Él siempre está dispuesto. Ella es lo que nunca quería. Feli quiere así olvidar cualquier tipo de sentimiento hacia el adolescente pero no puede evitar que mientras su maduro esposo le hace pensar, ella piensa en el tierno cuerpecito y en los calzoncillos de su guapo y adolescente alumno y eso la preocupa.
--¿qué demonios te pasa? –se pregunta ella misma para sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario