Feli sale del aula, León va saliendo delante de ella. Le gusta su trasero. Es un trasero bonito. Pequeño pero bien marcado. No se le ve aplastado, los pantalones le sientan muy bien y eso le gusta mucho.
Simón y Thiago están juntos en clase. Se sientan en el mismo pupitre. Thiago está sentado. Simón de pie. Aunque le encantaría de saberlo, Simón no se da cuenta que con sus movimientos está poniendo cachondo a Thiago. Simón está buscando cosas en su bolsa y está un poco inclinado. Thiago tiene el trasero de Simón a tocar de su mano. Le podría dar una buena palmada sin problemas. De ganas no le falta y lo haría sino fuera porque son hermanastros y no siente el deseo de Simón, cree que Simón si lo ve como un hermano y eso frustra a Thiago sino piensa que, pese a sus miedos, iría a por todas.
--¡Que culo tan perfecto¡ --dice Thiago para sí.
Thiago jadea mientras mira ese bonito trasero con ojos libidinosos. Thiago está babeando. No le quita los ojos de encima al trasero de Simón.
--¡Es un culo 10¡ --piensa—EL CULO.
Simón lleva unos jeans viejos estrechos. Está un poco inclinado. Se le ven las posaderas bien bonitas. Se le remarca mucho. Los jeans están pegados a la piel. Se le diferencian las dos nalgas bien. Cuando se mueve hacen unas arruguitas que Thiago se mueve. Se pone la mano delante del pantalón porque le ha venido una fuerte erección. Su trompa amenaza con romper el pantalón. Thiago está muy cachondo. Se pone una libreta encima para taparse. Simón de pie. Está de lado.
--¡pedazo de culo¡ --dice Thiago para sí.
Thiago siente un placer enorme. Tiene miedo de explotar. Simón lo ve tenso, con la libreta entre las piernas.
--¿te ocurre algo?
Thiago hace que no con la cabeza. No habla porque tiene miedo que se le escape un jadea. Simón le sonríe y no dice nada. Se sienta a su lado. Sus piernas se rozan constantemente, eso no le pone las cosas más difíciles a Thiago. Mira hacia el lado contrario para poder dejar escapar un poco su expresión de deseo. Con la libreta encima y una mano en la boca. Se la muerde para callar los jadeos por el placer que siente. Simón piensa cualquier cosa menos que su Thiago, supuestamente hetero y hermanastro suyo, se excita con su trasero.
--¿Estás bien? –le pregunta sorprendido.
Thiago hace que sí con la cabeza sin mirarlo. Simón lo mira con cara rara pero no dice nada. Por suerte llega el profesor. Eso relaja a Thiago. Se le baja la erección pero la clase es muy aburrida y él se la pasa mirando a su guapísimo compañero. Simón lo mira de reojo y le guiña el ojo. Thiago se derrite.
--¡lo amo, lo amo¡ --piensa para sí.
Le excita pensar que es gay.
--¿y si lo encaro? –piensa.
A Thiago no le importaría poner en peligro el matrimonio de su padre pero no sabe si Simón lucharía por él.
--espero que este matrimonio a mi padre le dure lo que todos –va pensando.
Thiago mira a Simón. No será su hermanastro por mucho tiempo. Sonríe pícaro. Entonces nada ni nadie impedirá que vaya a por él.
A penúltima hora, a Feli le toca estar en la biblioteca. Por un lado lo busca entre los alumnos y por el otro le tranquiliza que él no esté. Se siente triste. Siente un vacío en su alma. No entiende lo que le está pasando, de repente su vida no le gusta. Algo está cambiando en ella y no entiende el porque ni el hacía donde la va a llevar. Se altera al ver a León. Entra en la sala. Se acerca a hablar a una chica que está en una mesa cerca de la suya. Los separa un pequeño pasillo. Un chico pasa detrás de León. Lo saluda tocándole la espalda. León no le hace caso. El chico sin querer le ha levantado la camiseta y León se le ven mucho los calzoncillos. Son blancos y con la goma bien grande. Lleva los pantalones muy caídos pero aún así se le hace un trasero muy sexy. Feli está ya excitada por haberle visto la goma de los calzoncillos. Él está inclinada, culito en poma y se le muslo, un buen trozo de muslo. A Feli se le van los ojos tras él. Feli no quiere mirar pero no puede dejar de hacerlo. Está muy sofocada. Otra chica, una alumna pero de las mayores, también está pendiente de León.
--¡¡Si son tipo Slips¡ ¡tiene pinta de marcar un buen paquete¡ --dice la joven.
La joven se avergüenza de sus propios deseos ya que ella se considera una mujer y León es apenas un adolescente. Se lo está imaginando desnudo y eso le encanta. Feli está excitada por lo que está viendo. Los jeans de León se le están cayendo mucho, se le ve mucho los calzoncillos. Se le dibuja la raja de los calzoncillos aunque la distancia no le permite disfrutar en todo su esplender de la escena y en cierta manera lo agradece. León sonríe a la chica que ha ayudado y se va todo chuleta. Feli suspira.
--es todo un seductor –dice para sí.
A última clase, Simón y Thiago han estado separados. Quedan en el vestíbulo para ir juntos a casa. Thiago va yendo. Reconoce su trasero.
--¡Es él¡ ¡¡Es él¡
Thiago se pone muy cachondo al ver a Simón yendo al lavabo. Le excita la idea de estar con su hermanastro. Los dos con la verga en la mano. Es una situación que ambos siempre han tratado de evitar por miedo a que se descubran sus sentimientos pero Simón es demasiado guapo y Thiago está demasiado cachondo. Le da cosa seguirlo por miedo a que lo descubra. Se imagina la cara de su padre si su hermanastro lo acusa de seguirlo al baño para verle la verga.
--Simón es muy respetuoso. No diría nada.
El deseo vence al miedo.
--A lo mejor es de los que no quiere que le vean la verga y se encierra en el baño.
Es algo que Thiago nunca ha podido entender.
--¡con lo bueno que es ver una verga y si no te gusta pues no miras¡ ¡¡que más te da si te la miran¡
Simón no sólo está en el urinario (sólo hay dos así que no es descarado que Thiago se ponga a su lado) sino que está muy separado. Thiago, muy contento y excitado, se prepara para verle el pene a Simón. Thiago está muy cachondo al ver a Simón haciendo pis muy separado, con ese culito pequeñito pero bien marcado. Lo desea pero no se atreve a mirar. Simón le sonríe.
--¿qué tal?
Es entonces cuando Thiago aprovecha para mirar y queda extasiado. Simón tiene entre sus manos algo monstruoso.
--¡No pensé que nadie la tuviera tan grande¡ --dice para sí-- ¡¡y que gorda¡ ¡¡Cuando le crezca debe ser para romperte de placer¡
Thiago no dejaría de mirársela pero le da vergüenza que Simón se dé cuenta. Eso sí, cada vez que Simón le dice algo aprovecha para mirar y ¡vaya sí le gusta¡ Simón también le está mirando a Thiago. Los dos están tan preocupados en que el otro no se dé cuenta que el uno se la mira que no se dan cuenta que los dos buscan lo mismo. Simón se decepciona. Thiago está muy separado pero su pene es muy pequeñito y se lo tapa con los dos dedos con los que se la agarra. Los dos están nerviosos, tensos, procurando que no se les note el deseo. Van mirando de vez en cuando. De repente Simón se da cuenta que Thiago tiene una larga verga entre sus manos. Le ha crecido y mucho. Es algo que sorprende a Simón.
--¿Se ha puesto cachondo o no me he fijado bien? –dice para sí.
Thiago se da cuenta que su cuerpo le ha fallado. Se pega bien. Se la guarda con cuidado. Se va justo en el momento en el que Simón se la está sacudiendo. Desde el espejo ve como Simón se limpia la punta del pene con un trozo de papel higiénico y mucho rato. A Simón le ha sofocado estar haciendo pis al lado de Thiago y saberlo excitado. Prefiere pensar que es algo involuntario, que no es por deseo. Además Thiago no deja de hablar de Mar. De las ganas que tiene de verla para echar un polvo. Simón acaba convencido que el cambio en el pene de Thiago ha sido por Mar y es algo que le llena de celos.
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