Capitulo 18

Salvador está desnudo en la cama con una mujer.
--Ya vete, los niños se van a enterar.
Salvador es muy cariñoso con ella.
--Ellos ya están acostumbrados. Clara, no me eches de tu vida.
La mujer sale de la cama. Se cubre con la bata.
--Te espera tu esposa.
Salvador se levanta de la cama totalmente desnudo. La abraza por la espalda.
--Podría ser así siempre, no tendríamos porque vernos a escondidas.
--¿dejarías a tu esposa por mi?
--¿tú quieres…?
--¿y dejar de ser la amante? ¡¡no¡ --dice ella con ironía y apartándose de él.
Salvador se siente un objeto sexual y está cansado.
--¡¡tú me amas… yo te amo a ti¡
A Clara le divierte la situación. Ha llevado por muchos años cuernos y ahora le encanta ser ella con la que su esposo engañe a otros.
--De poco me sirve que me ames si no puedes ser fiel… Prefiere ser yo la que te disfrute y la otra la que te limpie los calzoncillos…
--Clara… --susurra él cariñoso.
--Ya vete, no necesito nada más de ti –dice ella brusca.
Salvador se sube los pantalones. Se muestra molesto.
--¡no me vas a volver a tener en la cama, no vas a jugar conmigo¡
--¡No me importa¡
Se miran dolidos pero es cuestión de piel. No pueden estar el uno sin el otro.

Llega el lunes, Feli y su nieto Jaime llegan juntos a la escuela. Ninguno de los dos habla porque los dos están distraídos. Ella piensa en León. La tercera hora tiene clase con su grupo. Ha pasado todo el fin de semana pensando en él. Jaime es un chico tímido. No sabe cómo relacionarse con los demás. No sale el fin de semana así que tiene ganas de volver a la escuela para ver a un chico guapo. Abuela y nieto se separan en la entrada. Jaime va corriendo hacia la entrada. Al que ve es a León. Le gusta mucho.
--¡¡que guapo es¡
Aunque le gusta todo ese chico le encanta. No sospecha que su abuela suspira por él. Esta muy pendiente de él por si lo sorprende yendo al lavabo.
--Este chico me gusta mucho…
Se le van los ojos viendo a otro. Moreno, bajito. De los mayores. Melena bien larga. ¡¡Va al lavabo¡ Jaime se olvida de León y se va detrás de ese chico pero no hay suerte. Este chico hace pis encerrado en el urinario. Jaime sale frustrado. Cuando vuelve al patio León ya se ha metido a clase.
--¡¡que rabia¡ ¡¡con lo que me gusta ese chico¡
Jaime se ha quedado con las ganas y además ha perdido de vista a León.
--¡hay que fastidiarse¡ ¡¡no he comenzado con buen día¡ --dice para sí.




Simón está haciendo pis. Thiago entra tras él. Los dos se miran con complicidad. Thiago hace gestos preguntando si hay alguien.
--No, estamos solos.
Se devoran con los ojos. Thiago le da un beso a Simón. Empiezan a hacer pis. Se miran sin poder.
--Ahora al fin puedo mirártela y decirte que la tienes muy grande.
Simón le sonríe:
--Lo importante es saber usarla.
Thiago se toca el trasero y sonríe satisfecho:
--Y se te da muy bien.
Se miran con deseo. Se besan. Los dos con la verga en la mano. Mirándose sin pudor.
--Es un gusto eso de no tener que reprimirse –dice Simón.
Se besan.
--bueno, si nadie se entera mejor.
Simón le sonríe. Lo besa.
--Yo no pienso renunciar a ti aunque el mundo se derrumbe pero tampoco me preocupa estar en la sombra mientras estemos juntos. Lo importante es no tener que reprimirnos cuando estamos juntos.
--Eso nunca más.
Se besan. Los dos se la sacuden a la vez. Juntos se lanzan las manos. Se sonríen. Se besan.
--¿has hablado con Mar?
Thiago pone cara de rollo:
--¿Por qué estropear este momento?
--¿no has hablado con ella? –Simón celoso.
Thiago no se seca las manos. Le agarra con las dos manos las nalgas de Simón:
--¡que ganas tenía de hacer esto¡
Simón lo mira. Se miran con cara de depravado:
--tengo el culo arañado de todo lo que me has apretado.
--Sí pero no vestido. Me gustas de todas maneras.
Se abrazan. Se besan. Simón está feliz. No se atreve a sacar de nuevo el tema de Mar. Entonces Thiago le dice:
--Sí, hablé con Mar. Tampoco teníamos nada en concreto así que no pasó nada.
Simón sonríe feliz.
--Te amo, te amo tanto.
--Mi amor…
Se besan dulcemente.

Tacho se acerca a Mar que está llorando.
--Thiago te dejó ¿verdad?
--¿cómo sabes?
--Porque se acuesta con Simón.
Mar se ríe.
--¡Thiago no es gay¡
En ese momento ven como los hermanastros salen del baño. Mantienen las distancias pero su mirada de amor, su risa cómplice los delata.
--¡Yo los mato¡
Mar se quiere tirar sobre ellos pero Tacho la agarra del brazo.
--Se me ocurre algo mejor.
Los dos claman venganza.

A la hora de la comida, Simón y Thiago llegan contentos a casa. Nicolás recibe a su hijo a golpes.
--¡ya me he enterado de lo que le has hecho a tu novia¡ ¡¡la has desvirgado y ahora la quieres dejar¡
Thiago niega que se haya acostado con ella pero Nicolás no le cree:
--¡Su padre es mi mejor cliente así que no le puedes haces eso a su hija¡ ¡le vas a tener que cumplir¡
Simón espera que Thiago confiese como mínimo que es gay para salir del compromiso pero no lo hace. Le duele. Simón se encierra en su cuarto llorando. Thiago va tras él.
--¡abre, tenemos que hablar¡
Simón ha cerrado tanto la puerta de entrada como el lavabo. Llora. Siente de nuevo todo el dolor que cae sobre él. En la mesita de noche tiene aún las pastillas que tomaba y sin pensar se las toma todas.